sábado, 15 de diciembre de 2018

Guía de compras para armar tu PC Gaming por menos de 500 euros



Finalmente has decidido dar el paso y montar tu propio PC gaming para conseguir jugar al mejor precio posible y controlando tú mismo los componentes. Te proponemos ayudas y recomendaciones para que puedas al montar tu PC para jugar por piezas, así como una guía de compras para personas de bajo presupuesto, pero que te permitan jugar a todos los títulos que más te gusten, los que estén en el mercado, y muchos de los que están por venir en los próximos meses.

Comprar un PC para jugar: lo que debes tener en cuenta


Aunque a la hora de montar un PC por piezas hay muchos elementos a tener en cuenta y casi infinitas posibilidades, en esta guía de compras nuestro objetivo es centrarnos en configurar un PC cuyo propósito principal y casi único será jugar y jugar sin parar, siempre ajustándose a lo que tu bolsillo disponga.

En un PC pensado principalmente para jugar, procesador y tarjeta gráfica son los dos elementos principales. Además queremos que sea un equipo que, dentro de cada presupuesto, nos permita jugar a cualquier título actual y de los próximos meses. Lógicamente la resolución y detalle al que podremos hacerlo dependerá del tipo de configuración que finalmente hayamos escogido, nosotros nos centraremos en utilizar componentes de gama baja-media con un alto rendimiento en relación a su precio, por lo que optamos por fluidez y no resoluciones al más alto nivel. La idea final es que termines disfrutando de una experiencia óptima a la hora de jugar.

En la selección de componentes hemos tratado de optimizar al máximo el dinero invertido según cada presupuesto y objetivo que busquemos con cada configuración.


No te olvides de ningún elemento


Aunque tenemos claro que procesador y tarjeta gráfica son el combo básico para empezar a montar nuestro PC para jugar por piezas, hay otros componentes que también debemos cuidar. Uno sencillo como la caja puede depararnos sorpresas en el presupuesto si por ejemplo no lleva incluidos los ventiladores o no está preparada para refrigeraciones más completas.

Es importante saber escoger adecuadamente la cantidad y tipo de RAM o disco duro (preferiblemente SSD en la medida de nuestro presupuesto), fuente de alimentación (según las necesidades energéticas o de refrigeración, que por el dinero que gastaremos no será muy alto, otro punto a favor para nosotros) y por encima de ellas, la placa base. Más que fijarnos en el precio, conviene que tengamos claro el tipo de chipset adecuado y sus características.

Respecto a la memoria RAM, en esta guía hemos optado por configurar los equipos con memoria de tipo DDR4, adaptando la cantidad y velocidad de la misma a nuestro presupuesto y aspiraciones gaming. Hoy en día, las memorias DDR3 están quedando obsoletas para este rubro, por lo que no vale la pena incluirlas, no para armarnos nuestra PC para jugar.

Montar un PC Gaming por menos de 500 euros


Con este PC vas a poder jugar durante un buen periodo de tiempo a juegos actuales y los que se presenten en los próximos meses con una resolución de al menos 1080p a 30 fps y calidades en muchos casos fijadas en altas. Para muchos son unas condiciones aceptables a cambio de no gastar demasiado en su equipo nuevo, estamos hablando de menos de 500 euros para disfrutar de todos los títulos que se ven hoy en día en el mercado, lo cual no es poca cosa.



Este presupuesto se puede modificar hacia abajo si por ejemplo optamos por incluir un procesador como el Intel Pentium G4560 (Dual-core 3,5 GHz con Hyper-Threading), capaz para esta configuración, y con un precio sobre los 80 euros, así como una placa base más sencilla como la MSI H110M por 53 euros. Si apuramos en algunos componentes, podemos apretar en otros como la fuente de alimentación, y optar por una de mucha garantía como la Corsair Series VS550 de 50 euros. O invertir en una placa base de más nivel como la Gigabyte Z270-HD3P por 88 euros.

¿Y si optamos por AMD?


¿Y hay alternativa para quien quiere optar por AMD? Por supuesto. En este caso los cambios para mantener el presupuesto por debajo de los 500 euros tendrían que ver con la placa base y el procesador. Podríamos escoger una Asus PRIME A320M-K por 56 euros acompañado de un procesador Ryzen 3 2200 que sale por 105 euros, y obtendremos un rendimiento similar e incluso más económico gracias a que el procesador sería más costo-eficiente que el i3-7100 de Intel.

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